¿Cómo ganar la confianza de nuevas familias en los Primeros 30 Días?
- mafe
- 29 ago
- 3 Min. de lectura
Cuando una familia entra por primera vez a tu programa y te deja a su hijo, te está entregando lo más valioso que tiene. No solo están buscando un lugar donde los cuiden, sino un espacio que les dé seguridad y tranquilidad. Y aunque tú sabes el esfuerzo, el amor y el profesionalismo que pones en tu trabajo, para ellos todo es nuevo. Es por eso que los primeros 30 días son la prueba de fuego, ahí es donde deciden si confían en ti para quedarse o si siguen buscando. Vamos a ver cuáles son las pautas recomendadas para estos días de transición tanto para los padres , los hijos y los proveedores. Es un periodo en donde se adaptan todos o definitivamente no es el lugar. Para la mayoría de los padres lo que más pesa en su decisión si dejar a su hijo en tu daycare es la confianza que sienten en la persona que cuida a su hijo. Aunque haya sido recomendado , hayan visto reviews en Google, la hermana o la prima ha llevado a su hijo ahí también. Cada padre tiene una experiencia diferente. Una sonrisa, un saludo cálido, un espacio ordenado y limpio dicen mucho más de lo que imaginamos. Por eso, la primera impresión es poderosa, lo que ellos ven, escuchan y sienten en esas primeras 4 semanas puede definir toda la relación.
Vamos a ver lo primero que se necesita tener en cuenta. La comunicación diaria. Los padres quieren saber cómo estuvo su hijo, y no necesitas darles un reporte largo, sino detalles simples, una foto sonriendo, un audio corto diciendo que comió bien, una nota en la mochila. Esos pequeños gestos confirman que su hijo estuvo bien cuidado y que tomaron la decisión correcta. Y créeme, los padres que reciben esa retroalimentación constante se sienten mucho más tranquilos y comprometidos contigo.
Otra cosa que genera confianza es la organización. Los papás notan todo, observan y muchas veces no lo expresan, si los juguetes están en su lugar, si el baño está limpio, si los materiales están listos para usarse, como el equipo de trabajo se hablan entre ellos , como los saludan. Muchas veces no se trata de tener el espacio más grande que es uno de los “peros” más comunes al trabajar en casa, ni los materiales más costosos, sino de transmitir orden, organización y cuidado. Cuando ven un ambiente organizado, un equipo capacitado, sienten que sus hijos están en buenas manos.
En esos primeros 30 días también estarán con muchas preguntas y miedos, “¿Se adaptará?”, “¿Va a llorar mucho?”, “¿Dormirá bien aquí?”. Tu rol no es dar sólo respuestas, sino escucharlos con empatía. Entender que son padres primerizos, mamás solteras, familias con miedos, de escuchar noticias amarillistas en las redes sociales.
Muchas veces lo que los padres necesitan es sentirse comprendidos y no juzgados. Esa escucha activa abre la puerta a una relación de confianza más fuerte que cualquier folleto.
La coherencia también es clave, si dices que vas a enviar un mensaje, envíalo; si prometes cierta actividad, muéstrales el resultado. Los padres se quedan cuando sienten que lo que dices y lo que haces van de la mano. La confianza se gana con consistencia en lo pequeño.
No olvides celebrar los logros de los niños. A los padres les encanta escuchar que su hijo dijo una palabra nueva, compartió un juguete o se animó a cantar con el grupo. Esos comentarios refuerzan la idea de que contigo sus hijos no solo están seguros, sino que también crecen y aprenden.
Y ojo, la confianza no solo se construye con los niños y las rutinas, también en cómo haces sentir a las familias. El primer mes es perfecto para organizar una reunión de bienvenida, dejar los límites claros del programa, los acuerdos de parte tuya y de parte de ellos. Darles un paquete con información básica o preguntar a los padres por los gustos y rutinas de su hijo. Es un periodo de conocerse y saber si es lo que quieren. Cuando sienten que forman parte activa, la confianza se multiplica.
Por último, pero no menos importante, tu bienestar también importa, los padres perciben tu energía. Si estás agotada y estresada, ellos lo sienten. Si estas tranquila y en armonía , también lo sienten. Por eso, cuida de ti misma, busca apoyo, intenta no hacer todo tú sola, date un respiro cuando lo necesites. Tan solo dedica 5 minutos a respirar antes de abrir tu programa, te sentirás más segura y serena.
Los primeros 30 días no son un simple arranque, son la base de toda la relación con la familia y, por supuesto, con sus hijos.
¿Qué vas a hacer diferente este mes para que cada familia que entre a tu programa se sienta en el lugar correcto desde el primer día?
Un abrazo
Jullie Peña

Comentarios